
Me siento múltiple.
Soy como una habitación con innumerables espejos fantásticos que distorsionan en reflejos falsos una única realidad anterior que no está en ninguno y está en todos.
Como el panteísta se siente árbol, se siente flor, yo me siento varios seres.
Me siento vivir vidas ajenas en mí, parcialmente, como si mi ser participara de todos los hombres.
Una suma de no-yos sintetizada en un yo postizo.