Siempre aqui, en el mismo lugar,
sin posibilidades de cambio,
se siente solo...inmensamente solo...
resignado a no salir nunca de aquí,
no espera poder cambiar...
Sus ganas se apagaron
como lo hace una vela al llegar una ráfaga de aire,
no puede hacer nada para volverla a encender
porque su cajita de cerillas,
despues de tanto intentos fallidos,
se ha quedado vacia...
se ha rendido también...

Cada mañana mira con los ojos llenos de lágrimas
la caida de un nuevo día en el calendario de su vida,
un nuevo día que no va a ser nada más que la continuación del anterior,
no espera ni el más mínimo cambio...
Cada día mira al infinito, a la nada,
a lo más profundo del mar
para asegurarse de que no tiene fin y de que
quizás algún día aparecerá algo o alguien,
por muy pequeño que sea...que le permitirá romper esa rutina
devolviéndole la ilusión que antes tenía...
pese a estar solo, agobiado y exhausto
no pierde del todo la esperanza de creer que algo llegará y que lo cambiará todo...